jueves, 13 de octubre de 2011

Etiquetas



Ficha técnica
Obra: Ab_zurdo 
Grupo: DELANUCA (Grupo de Teatro Universitario) 
Autora: Susana Tampieri 
Actuación: Estela Martínez, Cristina López, Jennifer Piñero, Noel Naveda y Pablo Flores. 
Iluminación: Leandro Martínez 
Escenografía y Vestuario: Laura Villaflor y Marta Sisterna 
Sonido: Fernando Torres 
Diseño gráfico: Leandro Martínez 
Dirección y Puesta en Escena: Rosita Yunes

En un ámbito delimitado espacial y discursivamente por juegos de poder, ocurre una historia que pone sobre el tapete una práctica frecuente: catalogar como una manera de huir de lo desconocido, de asir ordenadamente la vida circundante. Se trata de una fábrica de etiquetas en la que Label y Tag, fieles a su nombre (en inglés ambos términos significan “etiqueta”), trabajan sin descanso para cumplir con un pedido que los sobrepasa en cantidad y urgencia. La presencia contundente del teléfono pone en jaque la capacidad productiva de estos personajes, pero la promesa de personal extra los impulsa a aceptar. Tras ello se desencadena una seguidilla de conflictos laborales que pone en zona de riesgo la estabilidad de los altos mandos.
Las reminiscencias temáticas del texto de Susana Tampieri se multiplican ad infinitum hacia los contextos más variados: opresión, lucha de clases, abusos de poder, huelgas laborales, acuerdos forzados. Sin embargo, el aspecto más notoriamente trabajado desde el conjunto de los códigos que hacen a la puesta reside en las etiquetas. Así, el objeto escénico predominante consiste en carteles que tildarán política, racial o religiosamente a probables futuros portadores. En este sentido, el texto tiene gran actualidad si se lo lee como una sátira de la vida en las redes sociales, donde uno es “etiquetado” en fotos o publicaciones de cualquier índole y donde el nombre de cada usuario se vuelve una etiqueta.
Las etiquetas impregnan también los códigos del vestuario. Apelando a categorizaciones cotidianas mediante las cuales se asocia mameluco con trabajador o mocasín con empresario, el vestuario se convierte en el signo más fuerte de esta puesta en escena. A tal punto que se permite bromear tomando a rajatabla idiotismos como “vestirse de etiqueta”. Decimos que este signo descuella por sobre el resto pues, con una alta cuota de coherencia estética en cada uno de los elementos que lo constituye, da cuenta de un trabajo que juega libremente con las formas, tal es el caso de dispositivos convertibles como los delantales. Asimismo, la caracterización de los personajes mediante maquillaje y peinado opera elocuentemente en relación con su accionar durante la trama a la vez que acentúa la estética tanto del género teatral como de la directora.
En cuanto a las actuaciones, Estela Martínez y Cristina Lopez destacan por su expresividad gestual y corporal demostrando un gran manejo de técnicas actorales del grotesco y clown. Sin embargo, observamos dificultades en la dicción y una búsqueda forzada de la voz de los personajes de los monos que los actores no logran mantener a lo largo de su actuación.
La iluminación, con economía de recursos, crea climas y ambientes completos: el rojo profundo en foro sitúa al espectador como en una caldera a punto de explotar, en este espacio los escalafones de trabajador y patrón se acrecientan. En primer término, por otra parte, una luz blanca corta este efecto de opresión y delimita un segundo espacio donde las jerarquías se reducen.
Consideramos que el valor de la propuesta del Grupo de Teatro Universitario reside en la apertura de una instancia de reflexión evidente desde la elección textual que realizan.
Alejandra Silva
Benjamín Slavutzky