martes, 9 de noviembre de 2010

Fando y Lis


FICHA TECNICA:

Dirección y puesta en escena: Rosita Yunes

Asistencia de dirección/técnica: Marta Sisterna

Diseño escenografía y vestuario: Grupo Sobretabla

Diseño e iluminación: Leandro Martínez; Laura Villaflor;

Rubén González Mayo

Texto: Fernando Arrabal

Actores: Juan Bercerra (Fando); Andrea Gentili (Lis);

Virginia Martínez (Namur); Laura Villaflor (Mitaro);

Leandro Martínez (Toso).

El pasado 15 de agosto en el marco del Segundo Festival Nacional de Teatro “Ruptura”, se presentó la obra “Fando y Lis” del grupo teatral Sobretabla bajo la dirección de Rosita Yunes. Con texto de Fernando Arrabal, durante los cuarenta minutos que duró la función, el público sanjuanino tuvo una sobredosis de teatro del absurdo, con Ionesco y Beckett sobrevolando la escena. En cuanto al argumento poco se puede decir, ya que la obra deja de lado la lógica narrativa de causa y efecto y tal como ocurriría en un poema las imágenes y situaciones tienen la función de acumular e intensificar el mismo tema “el absurdo” en todas las facetas, que ya en este siglo XXI, conocemos de memoria: la soledad, la incomunicación, la opacidad del lenguaje, el fracaso de la ciencia y de la razón, el discurso de la historia como una más de tantas versiones, y por supuesto, la ausencia de dios.

A los personajes, a estos viajantes solo les ha quedado la presencia cruel y necesaria del Otro y la inercia de caminar para llegar a Tar, un sitio nuevo, no sabemos si mejor. En cuanto a la puesta, la obra propuso una escenografía simple y más bien despojada de cualquier elemento que pudiera distraer al espectador del único protagonista de la noche “el texto”. En el centro del escenario un árbol les marcaba a los personajes su movimiento cíclico y circular alrededor del mismo, una buena forma de solucionar los tiempos escénicos cuando se elige tener a todos los personajes juntos en escena diciendo largos parlamentos. Mientras estos personajes, siguiendo una extraña lógica espacial, caminaban, se desplazaban y se tocaban, la luz nos iba indicando dónde debíamos poner nuestra atención, apelando a un recurso sencillo pero siempre eficaz. Respecto a las actuaciones, Juan Becerra (Fando) se destacó sobre las demás, y esto ocurrió así, ya que de los cinco actores en escena fue al único cuyos parlamentos pudimos oír claramente y sin problema de dicción. No obstante, el esfuerzo de los actores se hizo notar, no así la presencia de una poética de dirección definida que guiara este esfuerzo.

Para concluir, podríamos decir que la ausencia de dicha poética convirtió la obra en un buen intento sin armonización ni organicidad, elementos estos que hubiesen evitado lo que finalmente sucedió, esa sensación “zapping” de estar viendo más de una obra a la vez.

Yanina Solís

4 comentarios:

  1. que extraño....el jurado dijo exactamente todo lo contrario....en fin...

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  2. También: qué extraño. Sobre lo escrito de Yanina Solís advierto una mala y sobre valorada intensión sobre el teatro del absurdo. Debería estudiar o, tal vez leer un poco más. Ionesco, poco antes de morirse (1994) dijo en Brasil: si tuviera que escribir ahora escribiría lo mismo de antes, el mundo es tan absurdo como después de la segunda guerra mundial. Pregunto: ¿Yanina Solí es actriz, crítica teatral, o simple miradora de zapping?

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  3. Cada persona hace una lectura personal de una obra y es esta una perogrullada inobjetable.
    Me tocó presenciar el estreno de Fando y Lis, hecho que me impide hablar de las puestas que vieron tanto Yanina como los jueces. Igualmente quiero dar mi opinión, para eso está este espacio.
    Los méritos de la puesta saltan a las claras: Fando y Lis certifica calidad y obtiene el primer puesto en la Teatrina 2010 (junto con otras menciones).
    Ahora bien, particularmente, a mi tampoco me conmueve el absurdo. Me costó entrar en el texto de Arrabal,en las palabras de los personajes. Y no discuto que el sentimiento del absurdo no esté presente en nuestras vidas, solo expongo mi lectura: me cuestan como espectador cierto registro grave del absurdo y algunos de sus temas (como la incomunicación, la violencia y la circularidad). Por eso disfruté mucho más los momentos en que aparecían en escena el grupo de los tres personajes que marchan a Tar a los que corresponden a Fando y Lis propiamente dicho.

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  4. No he visto la obra pero para mi la obra de Fando y Lis, es tan rica como lecturas y puestas en escéna se le quieran dar, es un obra abierta y atemporal.

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