martes, 24 de julio de 2012

Cuéntame una historia antes de dormir



Ficha técnica
Obra: Donde el viento hace buñuelos
Autor: Arístides Vargas.
Actores: Rubén González Mayo y Rosa Yunes.
Escenografía: Laura Villaflor.
Técnicos: Leandro Martínez y Laura Villaflor.
Dirección: Rubén González Mayo.

                  
Donde el viento hace buñuelos  fue representada en nuestra provincia  con anterioridad y muy buena recepción ,sin embargo, la puesta en escena que se realizó  el cuatro de mayo en el Teatro Municipal, sumó a la aceptación generalizada,  una cuota de emotividad  transmitidas por las actuaciones de Rubén González Mayo (Miranda) y Rosa Yunes (Catalina). La afectación particular de los actores se debió al fallecimiento del periodista local, Daniel Chango Illanes, suceso que fue mencionado  por los actores, conmovidos, al término de la función.
          Como diría M. Bajtín, somos un cuerpo atravesado de discursos. “Dónde el viento hace Buñuelos”  escenifica ese dialogismo que nos constituye y  atraviesa. Miranda y Catalina despojados de todo menos de las palabras, de sus historias, esperan su turno para dormir - morir. Situación que por momento nos evoca la tercera edad, ese lugar donde lo único que nos queda antes de partir son nuestros recuerdos, voces o miradas del Otro que nos han formado o deformado. En algún momento de la vida, el hombre se despoja de todo y se convierte en su elemento esencial, el relato. Somos relato, relato sobre el otro, sobre nosotros mismos, relatos propios y ajenos. Ante la muerte,  la historia de nuestra vida, de nuestra identidad.  Mientras podamos relatar  o escuchar algún relato  estaremos vivos. Miranda intenta retener a Catalina con sus historias:

 _Miranda: No te duermas,
_ Catalina. Catalina: No puedo seguir despierta.
_Miranda: ¿Te conté sobre mi perro Buñuelo?
_ Catalina: Creo que sí.
_Miranda: ¿Te conté sobre mis novios?
_Catalina: Creo que sí.
_ Miranda: ¿Te conté...?
_Catalina: Ya no tienes que contar nada, nada.

La elección  de un espacio completamente vacío, donde  situar a los amigos, destaca la funcionalidad y la importancia del elemento lenguaje. Es a través del  parlamento de los protagonistas que se construyen posibles escenarios, los cuales aparecen y desaparecen como imágenes oníricas. No puede haber ningún elemento en escena porque ello les otorgaría cierta materialidad a estos personajes que son más bien figuras fantasmagóricas hechas de palabra, de aliento. Esta ausencia de elementos físicos muestra la levedad en la que se encuentran, solo los sostienen la débil gravedad de sus cuerpos. El vestuario convencional de los protagonistas: pantalón y saco para él, y vestido para ella, sirve de  anclaje real para estos cuerpos frágiles, a punto de volatilizarse.
            Los desplazamientos escénicos aportan ritmo y estructura dramática. Estos movimientos hacia la derecha (en el caso de Catalina) y hacia la izquierda (en el caso de Miranda) ponen en marcha el mecanismo que hace avanzar la obra, esto es, los saltos desde la situación de espera, a los momentos de recuerdo y  reflexión.
La iluminación, extradiegetica, focaliza dentro de la escena, el cuerpo del actor
que está recreando su historia. Respecto a la direccionalidad del elemento luz, se plantea  un juego entre lo horizontal y vertical. Mientras los personajes recuerdan, la luz es horizontal, cuando reflexionan, solos o entre sí, es vertical. Recordemos la escena final donde Miranda habla con Catalina, ya desaparecida, y mira al cielo, una luz en picado.
            Finalmente hay que destacar la elección acertada del director respecto a este juego de luces que de alguna manera nos remite a los ejes antropológicos de la verticalidad y la horizontalidad, que son, en definitiva, los nudos en los cuales se mueve la propuesta dramática: la horizontalidad: vinculación del hombre con hombre, con la tierra, con la palabra, con el devenir de sus días, y la verticalidad: relación del cielo con la tierra, del el hombre con la divinidad y  el misterio.

 _Miranda:(Mirando hacia arriba), ¿Qué hay allá, donde tu vives ahora? ¿Hay comida china por ejemplo, hay balcones abiertos con pájaros a su amparo, hay utopías, allá dónde ahora vives?
Yanina Solís

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