Ficha técnica
Obra: Rosenbahnhof - La estación de las rosas
Grupo: Centro Pro-Danza
Autores: Adriana Nazareno y Mario Danna
Actores: José Arabel, Ileana Páez. Gustavo Oleas, Agustina
Romero, Eugenia Folledo, Cynthia Díaz, Julieta Tosolini, Carolina Asis,
Claudio, Décima Nieve, Cristian Oliveri y Adriana Nazareno.
Iluminación y selección musical: Mario Danna
Coreografía: Adriana Nazareno
Puesta en escena y dirección general: Adriana Nazareno y Mario
Danna.
Tanzt, tanzt
sonst sind wir verloren...
Baila, baila,
de otro modo estaremos
perdidos...
Pina Bausch
Con una mirada altamente poética, el elenco Pro-Danza
homenajea a Pina Bausch en una relectura de algunas escenas memorables de la
bailarina. Este elenco dispone en escena tópicos recurrentes en el baile de Pina:
encuentros y desencuentros, ternura, amor, dolor; y lo hace desde un abordaje
muy propio también de Pina: lo poético cotidiano.
La acción toma lugar en una estación de trenes que nos
remonta a la Europa de la década del 40. En ella se producen diversas coincidencias
o tropiezos que rozan el amor/atracción fugaz entre todos aquellos seres que
deambulan por ahí. El trabajo corporal en la danza pone de manifiesto las
emociones generadas por cada encuentro: el cruce de miradas distraídas,
seductoras o cómplices y el fisgoneo ajeno sobre cada historia puntual, a la
vez displicente y censor, especie de metáfora de la mirada de la sociedad sobre
el comportamiento del “otro”, incluso cuando es un completo extraño.
Todas las posibles formas de atravesar la existencia
cotidiana mediante el movimiento están conjugadas en esta danza. Los cuerpos
avanzan, se detienen, se enredan, dudan, continúan, con o sin dirección
establecida. El trabajo se organiza en secuencias diversas, con una fuerte
impronta en el desplazamiento de los bailarines en escena. No obstante, las
actuaciones están trabajadas de manera heterogénea, lo cual conlleva a una
visión de conjunto imprecisa.
Una escena en particular descuella entre el resto por lo
logrado del desempeño actoral: en extremos opuestos, una mujer por un lado, un
hombre por el otro, cruzan breves miradas que luego se intensifican al punto de
hacer al otro quitarse una a una sus prendas de vestir, en una especie de contrapunto
o esgrima sensual. Esta acción recrea la metáfora presente en la expresión
“desvestir a alguien con la mirada”, propia de los enamoramientos fugaces
urbanos.
Finalmente, valoramos el trabajo de este grupo en la
recreación del clima característico de las obras de Pina Bausch. Su enorme
legado en poética y en técnica desafía las posibilidades de un homenaje suficiente. No obstante, lo visceral
de su danza contagia inevitablemente pasión y admiración, sin duda condimentos
presentes en Rosenbahnhof.
Alejandra Silva
Candelaria Torres
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