jueves, 10 de diciembre de 2009

Tres historias y una puerta para Nunca Jamás.

Obra: Tres llaves, una puerta y algo más en Nunca Jamás
Grupo: Sobretabla.
Autores: Daniela Méndez, Virginia Martínez, Marta Sisterna, Andrea Gentili y Laura Villaflor.
Actúan: Andrea Gentili, Laura Villa flor, Marta Sisterna, Virginia Martínez.
Diseño de Vestuario: Laura Villaflor
Realización de vestuario: Sobretabla
Diseño escenográfico: Daniela Méndez
Realización escenográfica: Hugo Moreira – Sobretabla
Música original: Cristian Espejo
Puesta lumínica: Rubén González Mayo
Asistente de escenario: Leandro Martínez
Puesta en escena y dirección: Rubén González Mayo

Nunca Jamás está en problemas: nada funciona, las cosas no están en su lugar y Peter Pan no puede volar. Junto a Peter, tres personajes: Rojo, Azul y Topo. Peter Pan decide ir a su casa a “escribir historias”, actividad que mantiene con vida a Nunca Jamás dejando a sus amigos ordenando los elementos de sus juegos. Arman con ellos un árbol que cobra vida para comunicarles que deberán encontrar tres llaves para abrir una puerta tras la que darán con la solución a sus problemas.

En escena, encontramos la flor de Topo, la casa de Peter, el avión de Rojo y el barco de Azul rodeando un espacio vacío en el que se van a construir los escenarios de juego y aventura: el centro de un volcán, las profundidades del mar y el espacio exterior, ambientes característicos de cada uno de los personajes. La construcción de éstos es generada por la palabra y el cuerpo: Topo y Rojo viajan por un túnel cavado por el primero sólo con un movimiento de manos y un avance al ras del suelo; el fondo del mar es creado por Peter y Azul con movimientos de nadador en brazos y piernas; y el espacio exterior, por el vértigo (“no miren para abajo”), la posición de los cuerpos y una cortina de estrellas como fondo.

El vestuario, así como la escenografía, está diseñado a partir de elementos reciclados: identificamos esqueletos de paraguas, un fuentón, linternas, papel maché, tela, totora plástica, madera. Esos elementos siguen siendo identificados como cotidianos por el espectador, pero se resignifican dentro del mundo de la obra a partir del uso de colores llamativos. Debemos destacar que la puesta recibió una mención del jurado por el diseño de vestuario. La obra también cuenta con música original, cada personaje canta una canción que hace las veces de presentación.
Una vez que los personajes reunieron las tres llaves queda abrir la puerta en la que se les ha prometido la solución a los problemas de Nunca Jamás se asoman por el ojo de cada una de las cerraduras. Del otro lado está el público que ya ha venido participando con las risas y los aplausos. La amenaza de Nunca Jamás es siempre la misma: que los niños dejen de creer en ella. Sabemos que en la obra de James Barrie hay que aplaudir para que Campanita no muera, en la obra del grupo Sobretabla hay que nombrar uno por uno a los personajes. Que Nunca Jamás exista es un trabajo, el trabajo de escritura de Peter Pan, pero también un juego serio que implica la vida de los personajes y la fe de los espectadores.

Sergio López
Dana Botti

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