domingo, 23 de noviembre de 2014

Reescribir los fragmentos, reescribir la memoria

Ficha técnica

Obra: Variaciones III
Grupo: Ob caenum
Autoría: Guadalupe Suárez Jofré (reescritura escénica del libro Polvo de Gabriela Halac)
Actuación: Guadalupe Suárez Jofré, Paula Sánchez y Facundo Cersósimo
Sonido Original: Paula Sánchez
Dirección: Guadalupe Suárez Jofré

Foto: Ob caenum


“…la lógica de los sueños, de la peripecia y la elipsis, que permiten saltar 
de un fragmento a cualquier otro. Como las partículas en suspensión, que 
en algún momento se precipitan, generando un nuevo paisaje”.
Gabriela Halac

Variaciones III completa la trilogía dramática de Guadalupe Suárez Jofré sobre Polvo de Gabriela Halac. Una vez más, se proponen escenas en torno a distintos aspectos del texto literario a partir de los cuerpos de los actores y el dispositivo escenotécnico: un cuadrilátero delimitado por una cinta papel en el piso, dos notebooks, un monitor, lámparas led con trípodes, un tubo led y tres bancos. La tercera entrega de la reescritura escénica continúa la línea de experimentación de las dos primeras obras, donde no se despliega un proyecto narrativo lineal y cronológico sino que se recurre nuevamente a la puesta en juego de la fragmentación y la repetición como elementos configuradores de la obra.
La búsqueda de  focalización de ciertas partes de la escena se puede leer como un recurso para fragmentar el discurso escénico. Una “parte de la puesta” aparece recortada-proyectada  y se pone en relieve para el espectador en el diálogo entre actores y pantalla que proyecta parte de la escena. Mediante el acercamiento de la cámara que una de las actrices manipula vemos en plano detalle su boca mientras se maquilla los labios de rojo. El fragmento de la boca proyectada en la pantalla adopta la forma de un recorte pegado y superpuesto a la escena en vivo que es a la vez su doble aumentado. Simultáneamente, suena una música, parlamentos grabados, una voz distorsionada y un canto-aullido.
La propuesta lumínica colabora con el trabajo en torno a la focalización: mediante la manipulación de los trípodes para iluminar y destacar el cuerpo y la acción de los actores. En una de las imágenes, uno de los trípodes da luz a las actrices mientras ellas cosen sus delantales, al mismo tiempo que el actor fuera del cuadrilátero se ilumina la cara con una linterna. Todo aquello que queda fuera del foco es borroso, sin límites claros, difuso; del mismo modo en que se presentan los recuerdos, la memoria. Esto condice con que, a nivel estructural, las escenas/imágenes están planteadas como estampas recortadas, se propone o sugiere más de lo que se cuenta.
Una base repetitiva estructura la puesta, hay un conjunto de signos escénicos que se reiteran y modifican: la escena/imágen se arma y se desarma, mediante el montaje y desmontaje de los dispositivos escenotécnicos; los desplazamientos de los actores en el cuadrilátero; las voces en un juego de ecos que las acopla; reiteración de las alusiones a los besos, labios, labios-vagina, a lo femenino a través de acción, gesto, voz, uso de postizo de boca e imagen proyectada en la pantalla.
Todo al servicio de la propuesta fragmentaria: el uso de la repetición subraya las operaciones de recorte que operan en la construcción de la memoria. Tanto la propuesta de Halac como la de Suárez Jofré buscan una resignificación del fragmento como “pequeño universo” constitutivo de la memoria. La memoria se construye a partir de esos fragmentos, recuerdos siempre precarios, provisorios y efímeros. Imágenes que disparan los sentidos, escenas breves para ser reconstruidas, fragmentos que se repiten, una memoria que pasa y repasa imágenes borrosas porque todo el tiempo necesita reconstruirse: el acto de recordar presupone un acto de reescritura.
Somos un relato sobre lo que fuimos, sobre la memoria de lo que fuimos, memoria distorsionada por la percepción y su puesta en lenguaje. El fragmento está en el lugar del recuerdo, lo que se puede recordar está puesto de relieve, en primer plano o primerísimo primer plano. Una boca que se abre, labios rojos, un rostro, lo ausente-lo que no se ve. Repetir el fragmento, las partículas es reconstruir una memoria.

Melina Echevarría

Candelaria Torres 

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