miércoles, 22 de septiembre de 2010

Si te encuentro, vuelve

Ficha Técnica

Obra: El cuarto del Recuerdo

Grupo: Taller de Teatro Universitario

Autor: Mario Cura

Actúan: Leandro Martínez, Melina Echevarría,

Carlota Ruffa, Estefanía Kaluza.

Diseño de escenografía y vestuario: Laura Villaflor

Diseño de iluminación: Laura Villaflor

Diseño Gráfico: Leandro Martínez

Dirección y puesta en escena: Rosita Yunes

Una mujer. El recuerdo se funde con historias dibujadas en el aire. El tiempo pasa pero la ausencia es carne. Hay un vacío que se detiene, que no se traga, que se adhiere a la piel. Con una propuesta muy poética, instalada en una emoción sin más tiempo ni espacio que lo humano, el Taller de Teatro Universitario plantea la permanencia de la memoria como manera de trasponer el dolor. La dramaturgia explora ese punto en que la esfera de lo privado de una historia de amor se corta por la irrupción de lo público, en este caso, de la violencia de estado. Con esta exploración a modo de hipótesis disparadora, el planteo de espacialización de la obra apuesta a construir un ámbito íntimo y arquetípico y suscita la memoria haciendo hincapié en las imágenes.

En la escena inicial la música, una canción de amor, ayuda a crear el ambiente de desconsuelo y completa el trabajo expresivo de Melina Echevarría dando por resultado una escena sugerente que instaura con tono poético una fuerte melancolía. Sin embargo, esta potencialidad significante que establece el comienzo no se mantiene con la misma intensidad durante el transcurso de la obra a causa de la disparidad de las actuaciones.

El diseño escenográfico presenta un espacio cuyo suelo está cubierto igualmente por ropa y flores rojizas, en una especie de tapiz, en contraste con otro espacio al fondo, formado por piezas de mobiliario blanco. Esta oposición cromática, presente también en el vestuario, apunta a distinguir dos mundos: el de Ella-mujer, amante, sobreviviente, sujeto de memoria; y el de Miguel, desaparecido que habita en el recuerdo, en los momentos vividos, en los que quedaron por vivir, en el dolor de una madre.

Todo este camino es recorrido por el desdoblamiento del único personaje que aún vive, aunque a medio camino entre los vivos y los muertos. Esta puesta instala la indagación de múltiples encuentros posibles en el limbo de los “si hubiera”. Evoca el pasado y fantasea con lo que pudo ser. El reclamo es no olvidar pero seguir viviendo.

Sergio López

Alejandra Silva

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