sábado, 25 de septiembre de 2010

Sin traba en la letra, con lengua en el juego

FICHA TÉCNICA

Obra: Lengua a la Vinagreta.

Grupo: Taller de Teatro Universitario.

Actores: Mariti Martín, Pablo Flores, Fernando Torres.

Diseño de Escenografía y Vestuario: Laura Villaflor, Marta Sisterna.

Diseño de Iluminación: Leandro Martínez.

Diseño Gráfico: Marcos Ordán.

Dirección y Puesta en Escena: Rosita Yunez.

Con un contundente sello cómico esta pieza indaga en clave de parodia qué sería del idioma español sin los sonidos “ch”, “ll” y “ñ”, teniendo como marco la supresión de las letras correspondientes a dichos sonidos en los teclados de computadoras al incorporarse España a la Comunidad Económica Europea a principios de los noventa. Amén de lo gastado de la polémica, resulta destacable el logro estético y actoral del Taller de Teatro Universitario dirigido por Rosita Yunes.

En esta sabrosa comedia nos encontramos con la crisis matrimonial de Nata y Caco (entiéndase Ñata y Cacho con los sonidos en cuestión suprimidos) que lidian con la rutina doméstica y se echan en cara reproches varios hasta la aparición de Naco (Nacho), el tercero en discordia que dará un vuelco inesperado a los acontecimientos.

La efervescencia de las actuaciones bulle de manera continuada durante los 25 minutos que dura la función, destacándose cada uno de los actores por un aspecto en particular, que sumados hacen a un delicioso platillo final: Mariti Martín por su gestualidad, Pablo Flores por su trabajo corporal y Fernando Torres por su acento español. Resaltamos además el cuidado puesto en la dicción, pues trabajan con un texto que no admite equivocaciones y lo manejan cabalmente.

Asimismo, resulta atractivo ver cómo se resuelve la ambientación doméstica a través de un planteo escenográfico que juega con el principio de economía, asignando diversos referentes a las mismas cajas y cajitas de cartón dispuestas en el espacio escénico. Se destacan también la caracterización y vestuario de los personajes como un medio eficaz de transmitir el tono lúdico en consonancia con el lenguaje. En cuanto a la música, Nicola Di Bari leído jocosamente a través de la coreografía inicial aliña con acierto esta grata puesta.

Cabe mencionar que la obra participó bajo la modalidad de muestra en la Teatrina 2009, fue parte de la exposición final de las actividades del Elenco Universitario a fines de 2009 y ha sido repuesta nuevamente en 2010. Una obra cuyo trasfondo perdió el interés que tuvo en un comienzo, pero sin duda disfrutable como experimentación y juego lingüístico, además de tener un muy atrayente planteo estético.

Alejandra Silva

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